¿Cómo revolucionará la IA el sector jurídico?

Tendencias futuras en IA y RegTech

Hasta ahora, el énfasis en la tecnología en el sistema jurídico ha sido para apoyar a los abogados y a su personal en sus actividades, como el correo electrónico, los sistemas de contabilidad, el procesamiento de textos, etc. Ahora, estamos empezando a ver los beneficios de utilizar la tecnología para automatizar algunas tareas, como el análisis de documentos o la redacción de documentos, pasando esencialmente del back office al front office.

Recientemente, la IA en los servicios jurídicos ha comenzado a verse como un método para automatizar tareas a través de software para lograr el mismo resultado que si un abogado hubiera hecho el trabajo. Sin embargo, los recientes avances en IA han permitido que las soluciones de IA tengan un uso más amplio que la mera automatización de tareas. En la actualidad, las soluciones de IA en los servicios jurídicos pueden clasificarse en uno de estos tres apartados: análisis de documentos, investigación jurídica y automatización de la práctica.

La amplia categoría de análisis de documentos incluye el análisis de contratos, la revisión de documentos, el descubrimiento electrónico y la diligencia debida. Tanto las empresas antiguas como las nuevas ofrecen herramientas de análisis de documentos basadas en la IA. Por ejemplo, JPMorgan ha utilizado su programa Contract Intelligence IP, apodado "COIN", para reducir su tiempo anual de revisión de contratos en 360 000 h. Empresas más recientes, como Kira Systems, eBrevia y muchas otras, ofrecen ventajas de ahorro de tiempo y, por tanto, de costes, basadas en el uso de la IA para la diligencia debida y el análisis de contratos.

Las herramientas de investigación jurídica basadas en la IA proporcionan una mezcla de capacidades tanto analíticas como predictivas.

Muchas empresas de investigación jurídica han creado herramientas de análisis breve que identifican casos relevantes que no se incluyen en un informe cargado. Algunas ofrecen herramientas de análisis de litigios que analizan datos de casos precedentes y otros datos para ayudar a los abogados a predecir los resultados de los casos. El Tribunal Popular Supremo de China creó una herramienta basada en inteligencia artificial llamada FaXin para ayudar a los jueces a identificar patrones. Intraspexion aprovecha el aprendizaje profundo para pronosticar e informar a los usuarios de sus riesgos de litigio. Una empresa de análisis predictivo llamada CourtQuant se ha asociado con dos empresas de financiación de litigios para ayudar a evaluar las oportunidades de financiación de litigios utilizando la inteligencia artificial. Los abogados de propiedad intelectual pueden utilizar el software basado en la IA de empresas como TrademarkNow y Anaqua para llevar a cabo investigaciones de propiedad intelectual, protección de marcas y evaluación de riesgos.

La categoría de automatización de la práctica se refiere al uso de soluciones de IA para realizar tareas que van desde la automatización de documentos hasta la gestión de la facturación electrónica. La herramienta PerfectNDA de Neota Logic aprovecha el programa de IA de la empresa para agilizar el método de creación de contratos de confidencialidad. LegalMation utiliza la IA para automatizar la generación de diversos documentos relacionados con los litigios, como los alegatos y las solicitudes de presentación de pruebas. WeVorce y Hello Divorce automatizan los procesos relacionados con el divorcio mediante el uso de IA. Allstate utiliza la IA para automatizar la generación de resúmenes de reclamaciones. En el Reino Unido, Keoghs ha creado varios sistemas basados en IA que automatizan los litigios por daños personales. En la tramitación de patentes, el software de Specifio basado en IA redacta automáticamente una solicitud de patente a partir de un conjunto de reivindicaciones suministradas por el usuario. CLOEM S.U.S.A. genera variantes de reivindicaciones de entrada para ayudar a los redactores de patentes a definir correctamente el alcance de su invención.

Como muestran estas tres categorías, la IA podría introducir mejoras de eficiencia y ahorro de costes en la prestación de servicios jurídicos. Los servicios de menor coste facilitados por el uso de la IA podrían ampliar el acceso a la asistencia jurídica. En definitiva, los investigadores de Deloitte, McKinsey y otras empresas predicen que las tecnologías de automatización como la IA podrían algún día automatizar partes importantes del trabajo jurídico, mejorar la prestación de servicios jurídicos y convertirse en activos valiosos para sus empresas.

Sin embargo, a pesar de todos los últimos avances en materia de inteligencia artificial para los servicios jurídicos, hay una serie de áreas interesantes de desarrollo futuro y de investigación potencialmente prometedoras.

Futuras áreas de investigación

El desarrollo y el uso de la IA para la prestación de servicios jurídicos se limita a tres aspectos principales, a saber, los datos, los algoritmos y la aplicación.

Los datos son una parte fundamental de los sistemas de IA, ya que proporcionan material de entrenamiento para el desarrollo de algoritmos de IA y pueden utilizarse como material de entrada para el uso real de la IA. El desarrollo y el uso de algoritmos de IA en la prestación de servicios jurídicos están limitados por la falta de conjuntos de datos fácilmente accesibles y analizables. Se dice que la mayoría de los bufetes de abogados son "ricos en documentos y pobres en datos" y los datos públicos, como las decisiones y los dictámenes judiciales, no están disponibles o tienen un formato tan variado que es difícil utilizarlos de forma eficaz. Además, los conjuntos de datos de mala calidad o defectuosos pueden hacer que los sistemas de IA generen resultados oblicuos. Los conjuntos de datos pueden ser de mala calidad o defectuosos por diversas razones. Por ejemplo, los datos pueden mostrar un sesgo humano, como la discriminación por género de los candidatos a un puesto de trabajo por parte de los reclutadores. Las técnicas de recogida o preparación de datos pueden dar lugar a sesgos estadísticos en el conjunto de datos, como muestras no representativas. Los conjuntos de datos pueden incluso ser manipulados o corrompidos intencionadamente para producir análisis discriminatorios.

Las limitaciones algorítmicas también afectan al uso de la IA en el sector jurídico. Como se ha mencionado en los ejemplos anteriores, todos los sistemas de IA disponibles actualmente solamente realizan un conjunto muy específico de tareas. La IA funciona mejor cuando hay patrones de datos claros y respuestas definitivas; su rendimiento es limitado cuando se aplica a situaciones abstractas o abiertas que requieren un juicio, como las situaciones en las que suelen actuar los abogados. En estas circunstancias, la experiencia y la inteligencia humanas siguen siendo insustituibles, y las soluciones de IA disponibles aún no son lo suficientemente sofisticadas como para comprender y adaptarse a los matices y responder a las expectativas y al significado estratificado, que conforman los aspectos prácticos de la experiencia humana. Por lo tanto, la IA todavía tiene un largo camino que recorrer antes de sustituir a las personas en la profesión jurídica.

Entonces, ¿qué significa?

La interconexión de la inteligencia artificial y el derecho ha sido un tema de investigación y debate durante al menos cincuenta años, y la industria de la IA está en pleno auge y es prometedora. La investigación futura en este ámbito debe ser multidisciplinar y representativa de los principales retos a los que se enfrentará el despliegue de soluciones de IA en los servicios para mejorar la práctica jurídica. Tal vez la próxima década cambie la vida de los profesionales del derecho y de todos los que utilizan los sistemas jurídicos. A pesar de todas las limitaciones de la IA, y tal vez a causa de ellas, los abogados deberían considerar cómo el aumento de la IA afectará a su profesión y a su ética en los próximos años. En general, los profesionales del derecho deberían estudiar cómo pueden aprovechar ahora la oportunidad de mejorar la prestación de servicios jurídicos a través de nuevos procesos y tecnologías y contribuir al desarrollo de la asistencia basada en la IA, garantizando al mismo tiempo el desarrollo ético de las soluciones de IA en este ámbito.

Fuentes: